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jueves, 26 de enero de 2012

La Acidificación: Fuente desconocida de numerosas enfermedades

El organismo humano está en perpetua búsqueda de condiciones óptimas para la existencia y el funcionamiento. Debe mantener varias constantes biológicas (pH sanguíneo, glicemia, temperatura…) en valores precisos, y a falta de alguno, pueden aparecer numerosos problemas para las salud, algunas veces gravísimos, afectando a niños, adultos y ancianos.



Nuestro cuerpo tiende, normalmente, a desviarse hacia la acidez y sus esfuerzos van encaminados a contrarrestarla. Se producen muchos ácidos (por la alimentación, estrés físico y emocional, rutas metabólicas, actividad celular...) y asimismo existen variados sistemas que los neutralizan y eliminan (riñones, pulmones, componentes alcalinos de la sangre...). De ésta manera el medio interno trata de mantenerse en la estrecha franja de pH que permite sostener la vida. Los excesos ácidos, como hemos dicho, han de ser eliminados puesto que si la acidosis se mantiene, se produce un agotamiento de las reservas de enzimas de detoxificación como el Glutatión, Glutamina, ácido glutámico, óxido nítrico, etc., dando lugar a la acumulación de sustancias tóxicas como los Radicales Libres que son altamente destructivos produciendo alteraciones de las reacciones inmunológicas como la inflamación y en consecuencia la aparición de enfermedades crónicas y hasta Cáncer.

Una de las causas más importantes de la acidificación del organismo es la Alimentación:

Hoy día se consume en exceso azúcar refinada y sus productos derivados. Son “calorías vacías” tienen valores nulos de proteínas, vitaminas,  minerales y grasas. Su PH es de 2,1, es decir, muy ácido. Lo ideal para es erradicar  de la dieta este tipo de alimentos o tomarlos en contadas ocasiones pero nada de incorporarlos a la cesta de la compra. El hígado permite la HUMANIZACIÓN de los nutrientes ingeridos y absorbidos por la mucosa del intestino delgado, pero esta capacidad para con las sustancias extrañas es limitada.

Debemos controlar también el consumo de todos los tipos de carne, leche de vaca de mala calidad (homogeneizada), productos lácteos en general, harinas refinadas (bollería, galletas) sal refinada, margarinas, bebidas carbonatadas, cafeína, alcohol, tabaco, etc.

Otra causa importante es el Estrés Físico y Emocional:

El Estrés es una reacción fisiológica de nuestro organismo ante situaciones que supongan una agresión física o emocional, o ante cualquier situación de cambio. En este estado se produce un aumento de las hormonas de estrés como adrenalina y cortisol. Pero cuando este mecanismo se perpetúa en el tiempo en respuesta a problemas fundamentalmente emocionales (la gente siente que las circunstancias de la vida han superado su capacidad para enfrentarlas) pueden desencadenar una enfermedad.


También se ha comprobado en numerosos estudios como este estrés perpetuado en el tiempo produce un aumento permanente del cortisol en sangre y esto produce una supresión del sistema inmune, por ejemplo: las personas con depresión crónica cursan con altos niveles de esta hormona y se enferman más de enfermedades infecciosas y también de cáncer. Se produce disminución: de las células NK que tienen efecto antitumoral, de la función de las células T que actúan contra microorganismos, de los niveles de IgA secretora de saliva que protege contra infecciones respiratorias.

Existe una manera simple de controlar nuestro estado de acidez/alcalinidad y de vigilar su evolución. Basta con testar cada día el pH de la orina (tres veces al día, sobre todo antes de comer y de cenar), con una banda de papel de pH. En situación normal, la orina es generalmente “neutra básica”, con u pH situado entre 7 y 7,5.



Consejos para evitar la Acidificación 
  • Dieta con preponderancia de alimentos alcalino-reactivos. Evitar azúcares
  • Ejercicio físico.
  • Buena oxigenación (mejora de la capacidad respiratoria).
  • Beber abundante agua de buena calidad.
  • El sueño reparador y la relajación.
  • Las emociones positivas (alegría, optimismo...).
  • Si uno siente que tiene el control de la situación, no importando lo estresante que sea el evento por el que se está atravesando, la respuesta inmune lo acompaña activándose.


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