El síndrome de intestino
permeable no pasa desapercibido para la Medicina Ortomolecular. Por sus graves
consecuencias ha de ser tratado en primer lugar, porque compromete las mejoras que
ejerzamos en otros ámbitos.
En el intestino acontece la
mayor parte de la digestión de los alimentos, pero además, la mucosa intestinal
realiza la primera criba "esto vale - esto no vale" de los alimentos digeridos. Mientras la delgada membrana del intestino tiene
una estructura normal, estamos suficientemente protegidos contra la absorción y
reabsorción de microbios, toxinas y sustancias que no han sido completamente
digeridas, pero si nos alimentamos mal, esta
membrana se torna anormalmente porosa y deja pasar multitud de bacterias,
toxinas y materias no digeridas. El
hígado, que recibe la sangre, y los
ganglios linfáticos, que reciben la linfa intestinal, funcionan a modo de
filtros. Si estos órganos funcionan bien,
neutralizan los gérmenes y las toxinas sin que suceda nada malo; pero si sus funciones disminuyen o se
desequilibran de manera crónica, sobrevienen
enfermedades (Dra. Kousmine).
Y cuando la membrana se
torna demasiada porosa aparece el trastorno conocido como INTESTINO PERMEABLE Y ESTAMOS EXPUESTOS A CUALQUIER INVASIÓN. Por ejemplo, cuando
ingerimos alimentos no biológicos
también estamos ingiriendo cientos de diferentes tipos de pesticidas,
insecticidas, metales pesados y otros tipos de químicos. A través de un
intestino inflamado y demasiado permeable, estos
químicos pasan a la sangre afectando a los diferentes sistemas del cuerpo
(inmunitario, hormonal, nervioso, respiratorio, reproductivo), causando
síntomas tan variados como migrañas, artritis, alergias, menstruaciones
dolorosas o irregulares, palpitaciones, mareos e irritabilidad, entre otros,
siendo además susceptible a la invasión
de parásitos, bacteria o la multiplicación de ciertas levaduras como la Cándida
Albicans. Todos estos microorganismos son responsables, a su vez, de una
gran lista de síntomas que pueden
incluir desde diarrea hasta asma muy
grave. Por otro lado, estos microorganismos suelen inflamar el intestino
causando un exceso de permeabilidad.
Y este no es un problema de minorías,
como ya anuncié en el post ¿Qué es una dieta saludable…? según estudios llevados
a cabo por la CEE, el 67% de la población europea presenta síntomas de
intolerancia al gluten sin llegar ser celiacos. El GLUTEN es con la LACTOSA la intolerancia alimentaria más
extendida, por lo tanto todos estos afectados por intolerancias son
susceptibles de padecer de intestino permeable o agujereado. Es un problema que no sólo afecta a la
población adulta, trastornos como el AUTISMO y el TDAH tienen aquí parte de su
origen y de su solución.
Además de las intolerancias y los
tóxicos hay otras causas por las que la
permeabilidad del intestino se puede ver alterada:
- Poca masticación en las comidas o deficiencia de ácido clorhídrico o enzimas pancreáticas.
- Deficiencias nutricionales de vitaminas y minerales. Mala alimentación.
- Uso de medicamentos como los esteroides, aspirina y paracetamol, los cuales, aunque alivian los síntomas de inflamación en otros lugares del cuerpo, afectan la mucosa gastrointestinal y precipitan un ataque enzimático y de ácido en la pared intestinal.
- Infecciones intestinales. Estos organismos atacan la membrana intestinal produciendo inflamación, destruyendo la flora intestinal e impidiendo la producción de ciertas vitaminas como las B, K y A.
Para la Medicina AntiAging, la nutrición es uno de sus
pilares fundamentales y hoy día la nutrición no se entiende sin la Genética. El
próximo 28 de Abril tendrá lugar en el Colegio de Médicos de valencia el I Symposium Europeo de Genética y Nutrición
en Medicina AntiAging con patrocinadores como Energy & Life, Laboratorios Nutergia, Life & Length y ponentes
de la talla de María Blasco, directora
del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas e investigadora
especializada en el estudio de los Telómeros.
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