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lunes, 19 de marzo de 2012

La Vitamina E: Antioxidante, Neutralizadora de Radicales Libres e Inmunológica


Hoy día, un gran porcentaje de hombres y mujeres han eliminado casi por completo la grasa de su dieta, lo que conlleva una deficiencia importantísima de Vitamina E. Estudios al respecto muestran, que un elevado porcentaje de personas, alrededor del 30%, estaban en peligro de tener un ataque cardíaco o problemas del corazón debido a la ausencia de Vitamina E en su organismo. Lamentablemente existe una gran confusión, y para muchos adelgazar equivale a dejar de comer y aquí empiezan los problemas, pues dejamos de ingerir nutrientes esenciales.


El término Vitamina E engloba ocho compuestos liposolubles que se encuentran en la naturaleza. Cuatro tocoferoles y cuatro tocotrienoles. α-tocoferol es el más común y biológicamente la más activa de estas formas naturales de vitamina E. La actividad biológica de la forma sintética es menor que la de la forma natural.
La Vitamina E es un Antioxidante Exógeno y al igual que la Vitamina C, deben ser introducidos del exterior por medio de una correcta alimentación o como suplemento de la dieta. Es un Antioxidante Natural que reacciona con los Radicales Libres solubles en los lípidos de las membranas, protegiéndolos del Estrés Oxidativo. Las grasas son particularmente vulnerables a los ataques de los radicales libres, y dada su solubilidad en las grasas, la Vitamina E debe ser considerada como el principal agente protector de las partes grasas del organismo.

FUNCIONES
Además de antioxidante, la Vitamina E tiene otras funciones entre las que se incluyen:
  • Mantenimiento del sistema inmunológico: cumple un rol importante en cuanto al mantenimiento del sistema inmune saludable, especialmente durante el Estres Oxidativo y enfermedades virales crónicas. Induce la proliferación de células de defensa y aumenta la respuesta celular ante algún daño o infección.
  • Es indispensable para la síntesis normal en el hígado de las sustancias grasas.
  • Visión: puede prevenir o retrasar la formación de cataratas.
  • Acción cicatrizante.
  • Protección contra la anemia.
  • Protege de la destrucción de vitamina A, selenio, ácidos grasos y vitamina C.

SÍNTOMAS DE DEFICIENCIA
Las deficiencias de esta sustancia en el organismo pueden producir anemia, pérdida de la fertilidad y distrofia muscular. Asimismo, se conocen casos de deficiencia que acabaron en trastornos neurológicos.
La deficiencia de esta Vitamina E se da en casos de personas con mala absorción de grasa y enfermedades crónicas del hígado, debido a la incapacidad de absorberla y transportarla por el organismo. En niños prematuros puede existir también la deficiencia puesto que nacen con bajas reservas de vitaminas.


FUENTES 
Los alimentos ricos en Vitamina E son:
  • Aceites vegetales (oliva, girasol, soja) y en especial el de germen de trigo.
  • Legumbres y cereales.
  • Vegetales y hortalizas de hoja verde: espinacas, canónigos.
  • Frutos secos: nueces, almendras, maní.
  • Aceitunas, espinacas (y demás hortalizas de hoja verde).
  • Los espárragos.
  • El aguacate.

DOSIS RECOMENDADAS
La ingestión diaria recomendada es para un adulto de 10 mg/día de α-tocoferol, y de 3 mg/día para un niño recién nacido y de 12 µ/g para mujeres embarazadas. Es relativamente atóxica y no parece producir efectos nocivos aunque en dosis muy elevadas puede incrementar la presión arterial.
Muchas veces, la carencia puede estar dada por una alteración en la absorción por parte del intestino de la vitamina y no por un consumo bajo de los alimentos. En los casos de sufrir sintomatología relacionada con la carencia de vitamina E, es necesario consultar a un especialista para que determine cuál es la causa de la deficiencia y pueda administrar un suplemento dietario.

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