Recientemente
hemos acudido al XII IMCAS Congress en
París, y tuvimos el placer de conocer a la Dra. Valeria Cogorno formadora
de Merz Aesthetics, laboratorio que tuvo
la deferencia de invitarnos. Todos los simposios que dio el laboratorio me
parecieron muy interesantes y a pesar de volver a abordar tratamientos tan
consolidados como el Botox y los Implantes de Relleno, siempre se aprovecha
algo que te hace reconsiderar ciertos aspectos en pro de mejorar tu técnica.
El reencuentro con compañeros de todo el mundo es muy enriquecedor
pues aplicando la misma técnica, al perseguir objetivos de belleza diferentes según cada cultura, la técnica
original deriva en “subtécnicas”, que cada
doctor perfecciona en su clínica, y que tenemos ocasión de poner en común en este
tipo de eventos.
En el propio IMCAS el laboratorio Merz Aesthetics nos propuso realizar en
Clínica Centro unas Jornadas de Formación parecidas a lo
expuesto allí en París. Han sido este Viernes día 3, con la Dra. Valeria y hemos tratado 4 pacientes-modelo, 2 para
Botox y 2 para implantes de relleno. Uno de ellos fue realmente
instructivo, el resultado fue sobresaliente y es un caso muy común. Paciente femenino de 50 años, sin mucho
fotoenvejecimiento y una piel de buena
calidad y bien cuidada por el uso prolongado de Cosmética Biológica, Biologique Recherche para ser más exactos; pero que debido al envejecimiento fisiológico presentaba ya una pérdida
de grasa a nivel profunda y cierta
ptosis o caída de la grasa subcutánea
con la formación de la doble línea maxilar. Destacar también mucha flaccidez por varios aumentos y
pérdidas de peso que había sufrido la paciente a lo largo de su vida.
Esta paciente ya había intentado una mejora de su aspecto
mediante Implantes de Relleno Radiesse pero sin un resultado totalmente
satisfactorio. Efectivamente ya tenía una infiltración
anterior, muy bien hecha por cierto, pero insuficiente,
es decir, de entrada necesitaba “más cantidad en más sitios”.
Procedimos al marcaje con
lápiz dermográfico de las zonas a tratar siguiendo
las líneas de tensión de la piel dibujando un verdadero “mallaje” para conseguir
efecto de tensión de la piel. A nivel del punto de mayor proyección del pómulo se infiltró también Radiesse
para conseguir la proyección de éste, cosa que le era característica a la
paciente y que ya había perdido. De igual manera recuperamos el ángulo mandibular también perdido consiguiendo una línea mandibular marcada, propia de
la juventud; y por último elevación de la
comisura bucal que tenía muy pronunciada por el efecto de la flaccidez.
De inmediato pudimos
apreciar como por el efecto voluminizador
del Radiesse, la piel se retensaba,
se volvían a marcar los pómulos, la piel aparecía redensificada y la comisura bucal de “tristeza” había
desaparecido y convertido en un gesto de juventud. La paciente ya se veía
rejuvenecida al instante!
Pero lo mejor de todo es que el Radiesse produce una estimulación de los fibroblastos
para que sinteticen colágeno y elastina que son las proteínas que dan
densidad y tensión a nuestra piel y que a partir de los 35 años empezamos a perder.
Los efectos del relleno duran de 1 a 2 años pero con los retoques
oportunos, muy económicos por cierto, no perderemos el efecto, y el fibroblasto seguirá estimulado y
nuestra piel en lugar de envejecer, REJUVENECERÁ.
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