Nuevo estudio realizado por
investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad CEU
Cardenal Herrera de Valencia (CEU-UCH) y la Facultad de Medicina de la
Universidad de Barcelona han dado un nuevo paso en sus investigaciones sobre el uso de antioxidantes para favorecer la
regeneración de los tejidos neuronales tras una lesión cerebral. Los estudios realizados con el antioxidante Ácido Lipóico han demostrado que favorece la generación de células de
microglía y fagocitarias del sistema inmune, lo que agiliza la restauración
de los tejidos cerebrales dañados. El estudio está publicado en la revista Clinical and Developmental
Immunology.
Estructuralmente se trata de un ácido graso que contiene dos
átomos de azufre. No es una vitamina ya que se puede sintetizar en el organismo
y se encuentra en todas las células, dónde participa en procesos bioquímicos de
producción de energía (ayuda a las vitaminas B en la conversión de carbohidratos,
proteínas y grasas en energía). Debido a que la capacidad del organismo de
sintetizar esta sustancia es muy
limitada y a partir de la dieta (espinacas,
carne, hígado, levadura de cerveza) es
difícil obtenerlo en cantidades terapéuticas, se suele recomendar su
ingesta en forma de suplementos.
La investigación realizada en los laboratorios
de la CEU-UCH ha permitido demostrar que el Ácido Lipóico incrementa la producción de células de microglía, acelerando la respuesta inmune y
favoreciendo la restauración de los tejidos a los 15 días de la lesión cerebral.
También han confirmado una aparición temprana de células fagocitarias entorno
al tejido dañado gracias al efecto del ácido
lipóico, lo que confirma la rápida activación de la respuesta inmune en el
cerebro y favorece la restauración de los tejidos; además impide que muchas sustancias tóxicas atraviesen la barrera hemato-encefálica, al tiempo
que facilita el paso de nutrientes y oxígeno al cerebro, garantizando su
correcto funcionamiento y, por tanto, su regeneración en caso de lesión.
Debido a qué el Estrés Oxidativo se postula como el
principal factor relacionado con el declive de las funciones fisiológicas, el
uso de ácido alfa lipóico se
relaciona con una mayor protección frente a Radicales Libres (sobre todo en
personas mayores) y se está convirtiendo en un suplemento habitual dentro de
programas antienvejecimiento. Diferentes estudios han mostrado su efecto neuroprotector y neuroregenerativo. Estabiliza la función
cognitiva, mejora la memoria, aumenta el flujo sanguíneo cerebral e incrementa
la supervivencia de las neuronas, siendo de utilidad para mejorar casos de Alzheimer, Parkinson y otros
desórdenes neurológicos asociados a daño oxidativo, a un insuficiente
aporte sanguíneo y una muerte excesiva de neuronas.
Otra propiedad a tener en cuenta es la de mejorar la capacidad detoxificadora del
hígado, protege al hígado frente a los radicales libres generados durante
la fase 1 de detoxificación hepática e incrementa
la síntesis de Glutation, una sustancia que tiene un papel destacado en la eliminación de toxinas y carcinógenos
durante la fase 2 de detoxificación hepática. Aunque es una sustancia bastante segura, es
necesario la supervisión y recomendación específica por parte de un Médico
especializado en Medicina Ortomolecular.
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